La leyenda en la Córdoba de antaño, dice que un burro enorme cargado de niños quietos, montados en su lomo, aparecía silenciosamente entre unos cañaverales, haciendo el trayecto desde La Toma hasta la esquina de Bolivar y en silencio desaparecía, sin dejar rastros.
Esta leyenda, como todas, aglutina elementos varios que nacen de la necesidad de la gente de expresar oralmente deseos y temores, como en los sueños. En ésta aparecen los siguientes elementos: el uso abusivo del burro como animal de carga (desde leña a personas). Un dicho conocido lo evidencia “burro grande, ande o no ande”. Del andar se encargaba alguien, a veces a ramazos o a patadas, la cuestión era que pudiera cargar mucho. Otro elemento, son los niños numerosos sobre el burro que señala la infancia desvalida y la falta de planeamiento familiar. Su aparición y su desaparición expresa el temor social de temas no resueltos en la misma sociedad.
Esta leyenda, como todas, aglutina elementos varios que nacen de la necesidad de la gente de expresar oralmente deseos y temores, como en los sueños. En ésta aparecen los siguientes elementos: el uso abusivo del burro como animal de carga (desde leña a personas). Un dicho conocido lo evidencia “burro grande, ande o no ande”. Del andar se encargaba alguien, a veces a ramazos o a patadas, la cuestión era que pudiera cargar mucho. Otro elemento, son los niños numerosos sobre el burro que señala la infancia desvalida y la falta de planeamiento familiar. Su aparición y su desaparición expresa el temor social de temas no resueltos en la misma sociedad.
Artista plástica: María Laura Castro Vázquez
Narradora: Laura Vázquez Cabanillas